La terapia psicológica individual puede consistir a veces en una única consulta para aclarar dudas, buscar un punto de vista, mejorar en algún aspecto puntual, el establecimiento de un plan con objetivos de trabajo personal y crecimiento o para la resolución de cualquier conflicto que genere malestar o sufrimiento emocional.
Para acceder al servicio terapéutico está a disposición el modo presencial y además para la comodidad del cliente también existe la posibilidad de realizar la consulta vía online, a través de Skype. Las áreas de intervención en terapia individual para las que el Gabinete de Psicología Vila de paz cuenta con especialistas cualificados sobre:
Terapia Grupal
Con la terapia de grupo, poco a poco irás ganando confianza y podrás hablar abiertamente de tus problemas en un ambiente de apoyo y comprensión que te aliviará. Se trata de un espacio privado y confidencial donde los demás te escucharán y tú podrás escucharles.
La mayoría de las personas que han participado en una terapia de grupo corroboran que ha sido una experiencia positiva y enriquecedora. Los grupos terapéuticos de nuestro gabinete Vila de Paz son reducidos, de unas 6-8 personas, hombres y mujeres de edades aproximadas. Las sesiones tienen lugar cada 15 días y una duración de 1 hora y media aproximadamente.
El grupo es guiado por el terapéuta y coterapeuta que asumen el rol de moderadores para lograr que se aborden los temas del programa y se cumplan los objetivos. No obstante, los temas de debate no siempre son propuestos por el psicólogo, a veces surgen espontáneamente durante la sesión.
El objetivo esencial es que el grupo sea el instrumento que potencie el cambio deseado. La terapia de grupo es tan eficaz porque las personas sienten que no están solas con su problema, se rompe el aislamiento al que muchos se habían sometido. Por otra parte, la posibilidad de compartir sus emociones y pensamientos sin miedo a la crítica, fomenta un elevado nivel de cohesión grupal que conduce a cambios psicológicos más estables a lo largo del tiempo. La terapia grupal puede ser muy útil para tratar la mayoría de los problemas psicológicos, ya sea como elemento terapéutico aislado o como complemento a la psicoterapia individual, aunque está más difundida en situaciones como:
La persona acepta con mayor facilidad sus reacciones, ya que las observaciones provienen del grupo, no de una figura de autoridad como la que representa el terapeuta. Es más fácil afrontar el problema, ya que la persona encuentra apoyo y comprensión en el grupo e incluso puede llegar a identificarse con algunos miembros. Le permite poner sus dificultades en perspectiva al compararlas con los problemas que afrontan los demás y darse cuenta de que no es la única persona que sufre en el mundo. La persona aprende modelos de comportamientos alternativos y más asertivos, que son motivados por el propio grupo.
El psicólogo analiza las características de cada persona y sus metas terapéuticas, para valorar si la terapia de grupo puede resultar conveniente y provechosa. De hecho, en algunos casos la terapia de grupo solo es recomendable después de que la persona ha pasado por una terapia individual y está preparada para relacionarse con los demás miembros del grupo.
No obstante, entre los requisitos más comunes para participar en una terapia grupal se encuentran: Compatibilidad entre los problemas de la persona y los objetivos terapéuticos del grupo. Compromiso de asistencia a las sesiones y puntualidad.
Confidencialidad, la persona debe comprometerse a no contar lo que escuche en las sesiones. Actitud respetuosa, en la que no tengan cabida las críticas negativas, el sarcasmo y la humillación.
Lo usual es que el psicólogo intente equilibrar el grupo, de forma que se inserten personas con diferentes problemas y distintos grados de habilidad social, pero a la vez, debe lograr que nadie se sienta solo o excluido. Gran parte de nuestra vida cotidiana se desarrolla en un entorno grupal. De hecho, nuestra personalidad está moldeada por la influencia que ejerce, primero el entorno familiar, y más tarde los grupos sociales en los cuales nos insertamos. Muchos de los conflictos que vivimos también provienen de las relaciones interpersonales, por lo que, de una forma u otra, el grupo siempre está presente en nuestra vida. Por eso, también se puede utilizar como un agente facilitador del cambio, un espacio protegido que nos permita observarnos y analizarnos mientras estamos en contacto con otros.
Una de las ventajas de la terapia grupal es que
permite al terapeuta realizar un diagnóstico más profundo, ya que la persona recrea sus dificultades en la interacción, exponiendo sus patrones de comportamiento y formas de pensar.
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